Esta primera imagen, formato bmp, ocupa realmente en el disco duro 6Mb aproximadamente. En cambio, dentro de photoshop, nos indicaba que ocuparía 5,72Mb. Al comprobar cuál es su tamaño en kilobytes observamos que es de 6744Kb, en vez de los 5720Kb esperados.
Esta misma imagen en formato JPEG (Joint Photographic Experts Group), el tamaño que ocupa en disco duro es distinto, bastante inferior. Ocupa 143Kb. Esto se da porque en el formato JPEG hay mucha información que se pierde, jugando mucho con la sensibilidad del ojo humano a la hora de percibir cambios de brillo.
Para este ejercicio utilizaremos esta foto de la playa gaditana de la Victoria. Es la imagen guardada en formato JPEG, con una resolución de 1936x1296 píxeles y un tamaño de 1600Kb.
La imagen exportada en formato .tiff ocupa 7600Kb de espacio en el disco duro. Como vemos, una diferencia de 6Mb.
Ahora nos disponemos a comprimir la imagen ntsi.jpeg en formato .tiff, utilizando los distintos modos de compresión y comparamos sus resultados:
·Tipo de compresión JPEG: 745KB
·Tipo de compresión LZW: 3351 KB
·Tipo de compresión ZIP: 2996 KB
El tipo JPEG es el que más ha comprimido la imagen. A simple vista la diferencia de calidad no es muy notable, pero si observamos con detenimiento la podremos apreciar.
Ahora procedemos a cambiar la profuncidad de color. Hemos configurado esta primera imagen a 8 bits de color (256 colores). El resultado:
En el cielo se puede apreciar la ligera pérdida de calidad, debido a que la gama de colores se ha reducido. Ahora cambiaremos la imagen a 4 bits y a 1 bit, es decir, 16 colores y 2 colores respectivamente.
En la imagen de 4 bits vemos que la imagen tiene menos matices
Aquí ya la gama se ha reducido a 2 colores y la calidad ha bajado. Está imagen esta compuesta únicamente por blanco y negro, sin tonos intermedios.
Todas estas imágenes tienen la misma resolución pero no la misma calidad ya que al modificar su profundidad de color se modifican, como indicamos antes, los distintos matices cromáticos que una imagen pueda tener. Por ejemplo, se ve en el cielo el cambio de un ligero tono anaranjado en la parte izquierda de la imagen a un tono más azulado en la derecha. Este cambio es más difícil de apreciar con menos colores.
Podemos transformar las dimensiones de una imagen para adaptarla a diferentes tipos de pantallas, para lo que modificaremos su resolución y tamaño, esta vez sin respetar la proporción de tamaño. Por ejemplo:
Resolución 1024x768, tipo XGA
Resolución 1929x1200, tipo WUXGA
Ahora haremos lo mismo indicando a que tipo de dispositivo está destinada la elección de una u otra resolución:
Samsung Galaxy Ace. 320x480
iPad, pantalla retina. 2048x1536
Esta vez el tamaño de la imagen se ha reducido respetando la proporción, es decir, sin deformarse, como por ejemplo en el caso del teléfono móvil.
Esta imagen es la misma pero esta vez, en vez de reducir su tamaño, lo hemos aumentado.
El tamaño del archivo exportado con respecto al original ha variado notablemente, pasando de ocupar 1,6Mb a 4,4Mb. La calidad de la imagen no ha aumentado, de hecho puede haber empeorado al haber aumentado su tamaño. Esto es lo que hace que el espacio que ocupa en el disco duro sea mayor, el tamaño aumentado de la imagen, no la calidad.
Ahora cambiaremos la imagen a modo escala de grises, siendo previamente modo RGB. Ahora la imagen está compuesta por 256 tonos de gris entre el blanco y el negro.
Luego la volvemos a cambiar a modo RGB. Pero la imagen no adquiere color, porque ha sido previamente "eliminado" en el paso a escala de grises y aún pasando a modo RGB no se recupera.
Ahora pasamos a jugar con herramientas de tratamiento básico, como por ejemplo, la modificación de los parámetros RGB, sombras y luminosidad. Aquí los diferentes resultados, subiendo al máximo los niveles de rojo, verde y azul respectivamente
Y estas dos imágenes, con los niveles de azul y rojo al máximo, modificando los parámetros de luminosidad y sombras (Rojo y azul respectivamente)
Tanto Adobe Photoshop como Gimp poseen una gran cantidad de filtros artísticos cuya utilización abre un enorme abanico de posibilidades. Como en Photoshop (Programa que he utilizado) no se encuentra el filtro "Cubismo" he utilizado uno de efecto similar, denominado "azulejos". Un cuarto de baño así sería bonito
Ahora en esta imagen (Sin efectos) añadiremos un texto: "Pablo Cueto Liñán NTSI". EN principio hay una sola capa, denominada "fondo", que es la imagen sobre la que estamos trabajando. El título si inscribe como capa independiente, denominada por defecto como el texto que en ella escribamos. El resto de la capa del título es transparente, indicado con un simple elemento en el icono, al igual que cuando tenemos una imagen, por ejemplo de una flecha en el centro, siendo lo demás transparente, la visualización indicará una flecha en el centro y el resto blanco, o con cuadros blancos y grises.
Guardamos la imagen como .psd y JPEG. Al abrir el psd, las capas siguen diferenciadas, al ser un archivo de proyecto photoshop y contiene la información de las capas y todo en lo que hayamos trabajado previamente. En cambio, si abrimos el JPEG, el texto ya forma parte de la imagen, es decir, son píxeles dentro de la imagen original